Nuestro día comienza con la partida desde Plaza Altamira, dirigiéndonos hacia el sureste de la ciudad. Una vez llegamos a los Naranjos, iniciaremos nuestra caminata, primero exploraremos la antigua planta hidroeléctrica, un testigo silencioso del progreso industrial de la región. Desde aquí, nos adentramos en el sendero que nos lleva a la entrada de la cueva Ricardo Zuloaga. A medida que avanzamos por los intrincados pasadizos, nos maravillamos con las formaciones rocosas y las huellas del río Guaire que una vez fluía por este lugar. La cueva, con sus casi 500 metros de desarrollo, nos invita a descubrir sus secretos, desde las estalactitas suspendidas en el techo hasta los rincones oscuros que albergan historias olvidadas.

Tras explorar las profundidades de la cueva, emergemos a la luz del día con una apreciación renovada por la belleza natural y la historia que nos rodea. La combinación de la exploración subterránea, la visita a la planta hidroeléctrica y el paisaje excepcional tanto dentro como fuera de la cueva hacen de esta caminata una experiencia verdaderamente especial. Regresamos al punto de encuentro con corazones llenos de asombro y mentes llenas de las historias y maravillas que hemos descubierto en nuestro viaje a la cueva Ricardo Zuloaga.