Bienvenidos a Sarria, punto de partida del legendario Camino de Santiago.

Al llegar, te reunirás con el grupo en el alojamiento y podrás empezar a sentir la magia que envuelve cada rincón de esta encantadora localidad gallega.

Recorre sus calles adoquinadas, respira el aire peregrino y deja que el espíritu del Camino empiece a despertarse en vos.

Te recomendamos visitar el Monasterio de La Magdalena o simplemente relajarte en el Parque do Chanto, un lugar ideal para desconectarte, contemplar y prepararte para los días de aventura que están por comenzar.

Comenzaremos nuestro recorrido atravesando senderos apacibles rodeados de robles centenarios y pequeños hórreos tradicionales que decoran el paisaje gallego.

A medida que avancemos, el ritmo del Camino se irá adueñando del grupo, entre saludos de peregrinos, aldeas con encanto y aromas a tierra húmeda y pan recién hecho.

Tras unas horas de caminata, llegaremos a Portomarín, un pintoresco pueblo situado a orillas del río Miño, famoso por su iglesia de San Nicolás, trasladada piedra a piedra tras la construcción del embalse de Belesar. Aquí pasaremos la noche, disfrutando de la calma y la belleza de este lugar con historia.

Dificultad: Average | Distancia: 23 km | Altitud máxima: 660 m s. n. m.

Dejaremos atrás Portomarín para comenzar el ascenso por la Serra de Ligonde, atravesando caminos rurales y pequeñas aldeas donde el tiempo parece haberse detenido.

Pasaremos por Gonzar y Castromaior, donde se alza la hermosa iglesia románica de Santa María, una de esas joyas que recuerdan la profundidad histórica del Camino.

El paisaje se volverá más montañoso y verde, entre bosques y praderas gallegas que invitan a caminar sin prisa, disfrutando del entorno.

Al final del día llegaremos a Palas de Rei, tierra del castillo de Pambre, una fortaleza del siglo XIV que nos conecta con la Galicia medieval. Allí descansaremos tras una jornada exigente, pero llena de recompensas.

Dificultad: Alta | Distancia: 25 km | Altitud máxima: 720 m s. n. m.

El camino nos llevará por hermosos senderos rurales, entre bosques gallegos y aldeas donde el tiempo avanza despacio.

A medida que avancemos, el aire se llenará con el aroma del eucalipto y el sonido del paso de los peregrinos.

Nuestra jornada nos conducirá hasta Melide, un pueblo con encanto conocido por su ambiente acogedor y su deliciosa gastronomía. No podés dejar de probar su famoso pulpo “á feira”, un clásico gallego que sabe aún mejor después de una buena caminata.

Aquí descansaremos para recuperar energías y disfrutar de la calma del lugar antes de continuar hacia nuestro gran destino.

Dificultad: Media | Distancia: 15 km | Altitud máxima: 565 m s. n. m.

Continuaremos por un tramo tranquilo que serpentea entre pueblos pintorescos y colinas verdes, dejando atrás el bullicio para adentrarnos en la calma del Camino.

Pasaremos por Boente y Castañeda, dos aldeas con encanto donde aún se respira el aire auténtico de la Galicia rural.

Llegaremos a Arzúa, tierra del reconocido queso con denominación de origen “Arzúa-Ulloa”, perfecto para saborear el cierre del día.

Aquí nos esperará un merecido descanso, rodeados de la atmósfera cálida y acogedora que caracteriza a este pueblo peregrino.

Dificultad: Media | Distancia: 14 km | Altitud máxima: 430 m s. n. m.

Iniciaremos la jornada desde la Rúa do Carme, en Arzúa, caminando entre paisajes rurales y el aire fresco del amanecer gallego.

El camino nos llevará por la fuente de Os Franceses and the río Vello, hasta llegar a As Barrosas, donde se alza una pequeña capilla dedicada a San Lázaro.

A medida que avancemos, pasaremos por Preguntoño, con su encantadora ermita de San Paio, y continuaremos por senderos que atraviesan bosques de eucaliptos y aldeas tranquilas como A Peroxa y Calzada.

Ya dentro del Concello de O Pino, llegaremos a los núcleos de Boavista y A Salceda, donde podremos descansar y disfrutar de una pausa antes de cerrar el día en un entorno sereno y acogedor.

Dificultad: Media-Alta | Distancia: 20 km | Altitud máxima: 400 m s. n. m.

Nos despedimos de O Pedrouzo para encarar la última etapa de nuestro Camino. El sendero nos llevará entre robledales, aldeas y suaves colinas, pasando por San Antón, Amenal y Lavacolla, donde los antiguos peregrinos se purificaban antes de llegar a Santiago.

Con cada paso, la emoción crece: la meta está cerca.

Dificultad: Media | Distancia: 19,1 km | Altitud máxima: 380 m s. n. m.

Porque lo lindo de volver de viaje es (re)conocernos en lo aprendido.

Siempre es importante regresar al lugar de origen para compartir las vivencias, las fotos y las experiencias que hayamos encarnado a lo largo del Camino.

Después de haber llegado a Santiago y vivido esta travesía única, emprendemos el regreso con la certeza de que cada paso dejó una huella.