Nos encontraremos con los viajeros que nos acompañarán en esta experiencia única para iniciar juntos el viaje hacia El Chaltén, una joya escondida en el corazón del Parque Nacional Los Glaciares, in the province of Santa Cruz.

Mientras avanzamos desde El Calafate, los paisajes patagónicos empiezan a desplegarse ante nosotros: montañas inmensas, lagos turquesa y una inmensidad que emociona. Cada kilómetro nos acerca a la magia del sur, a ese lugar donde la naturaleza parece moverse al ritmo del viento.

Al llegar, nos instalaremos en nuestro alojamiento para descansar, respirar aire puro y empezar a conectar con la energía de la Patagonia.

Porque desde este punto, lo que sigue no es solo un viaje: es una experiencia que te transforma.

Comenzaremos el día disfrutando del desayuno, con la emoción de seguir descubriendo los secretos de la Patagonia.

Nos dirigiremos hacia la zona sur del Lago del Desierto, ubicada a unos 37 km de El Chaltén, donde iniciaremos nuestro trekking del día.

El sendero nos llevará a internarnos en un bosque de lengas, rodeados de silencio, aire puro y paisajes que parecen detenidos en el tiempo. Tras una caminata corta pero intensa, llegaremos a la Laguna Huemul, un espejo de aguas turquesas alimentado por el glaciar del mismo nombre.

Será el momento perfecto para detenernos, respirar profundo y dejar que la inmensidad nos abrace.

Luego regresaremos a El Chaltén para disfrutar del resto del día a nuestro ritmo, descansar o simplemente contemplar el atardecer sobre las montañas, preparándonos para la jornada que nos espera.

Dificultad: Media – Alta | Distancia: 4 km | Altitud máxima: 620 m s. n. m.

Nuestro tercer día de aventura nos invita a un recorrido que dejará huella.

Emprenderemos una larga y relajada caminata hacia uno de los paisajes más emblemáticos de la Patagonia: la Laguna Torre, una laguna glaciar al pie del macizo que lleva su nombre.

El sendero nos llevará por el valle del río Fitz Roy, pasando por miradores naturales que nos regalarán vistas panorámicas de los cerros circundantes y del imponente Mount Fitz Roy.

A medida que avancemos, el paisaje se volverá cada vez más sobrecogedor, hasta llegar a la laguna, donde podremos admirar los témpanos que se desprenden del Glaciar Grande y la imponente silueta granítica del Cerro Torre.

Será un día para vivir la Patagonia en su máxima expresión, caminando entre montañas que parecen tocar el cielo.

Por la tarde regresaremos a nuestro alojamiento para descansar y recargar energías para lo que sigue.

Dificultad: Alta | Distancia: 22 km | Altitud máxima: 620 m s. n. m.

Comenzaremos el día con un rico desayuno para iniciar nuestro trekking hacia un rincón mágico de la Patagonia.

El sendero nos llevará a adentrarnos en el bosque andino, entre aromas de lenga y el sonido del agua que se abre paso entre las piedras, hasta llegar a una hermosa cascada de unos 20 metros de altura conocida como Chorrillo del Salto.

Tendremos tiempo para contemplar el paisaje, sentir la fuerza del agua y conectar con la calma de la naturaleza.

Luego regresaremos al pueblo para disfrutar del resto del día como más queramos: caminando entre sus calles tranquilas, probando una cerveza artesanal o simplemente dejándonos llevar por la energía de la montaña.

Dificultad: Media | Distancia: 7 km | Altitud máxima: 420 m s. n. m.

Nuestro quinto día comenzará bien temprano, con la emoción de enfrentar uno de los trekkings más icónicos de la Patagonia.

Nos espera una caminata exigente pero profundamente gratificante, que nos llevará hasta el mirador natural más cercano a las imponentes paredes del Monte Fitz Roy.

Tras unas cuatro horas de ascenso, llegaremos a la Laguna de los Tres, un lugar que deja sin palabras: sus aguas turquesas, el glaciar del mismo nombre y la imponente silueta del Fitz Roy conforman una de las vistas más espectaculares del sur argentino.

En ese instante, cada paso habrá valido la pena.

Tendremos tiempo para detenernos, contemplar la inmensidad y sentir la fuerza de la naturaleza en su máxima expresión, antes de emprender el regreso hacia nuestro alojamiento.

Dificultad: Alta | Distancia: 26 km | Altitud máxima: 1.192 m s. n. m.

Luego de un día cargado de emociones y esfuerzo, esta jornada estará dedicada a descansar, disfrutar y asimilar todo lo vivido.

Después del desayuno, dejaremos atrás este hermoso rincón de la Patagonia para dirigirnos hacia El Calafate, una encantadora ciudad ubicada cerca del Campo de Hielo Patagónico Sur, también en la provincia de Santa Cruz.

Durante el trayecto, los paisajes nos recordarán por qué esta región es uno de los tesoros naturales más impactantes del mundo.

Una vez en la ciudad, nos instalaremos en nuestro alojamiento y tendremos el resto del día libre para recorrerla a gusto, caminar por sus calles tranquilas, visitar alguna chocolatería o simplemente disfrutar del atardecer sobre el Lago Argentino.

Nuestro séptimo día será libre para disfrutar de El Calafate a nuestro ritmo.

Podrás recorrer sus calles, probar sus sabores locales o simplemente contemplar el paisaje patagónico desde alguna cafetería con vista al lago.

Para quienes deseen vivir una experiencia inolvidable, proponemos una actividad opcional: visitar el imponente Glaciar Perito Moreno, una de las maravillas naturales más asombrosas del planeta.

El recorrido comienza navegando por el Lago Rico, rodeados por la impactante vista de la cara sur del glaciar.

Luego iniciaremos una caminata por la costa del lago hasta llegar al borde del hielo, donde colocaremos crampones y cascos para avanzar con seguridad sobre esta majestuosa masa helada.

Tras un tiempo para absorber la energía y la inmensidad del glaciar, finalizaremos la jornada recorriendo las pasarelas panorámicas, desde donde podremos admirar su grandeza antes de regresar a la ciudad.

En nuestro último día nos despediremos en El Calafate de los viajeros que nos acompañaron en esta gran aventura.

Serán momentos para abrazar, agradecer y mirar atrás con orgullo, recordando cada paso, cada paisaje y cada risa compartida.

Porque lo más lindo de volver de un viaje no es solo regresar, sino (re)conocernos en lo vivido.

Viajar nos transforma, nos abre la mirada y nos conecta con lo esencial.

Y aunque esta aventura llegue a su fin, lo aprendido, las amistades y las emociones que despertó seguirán viajando con nosotros.